martes, 7 de septiembre de 2010

Baratería de alcobas frías

Hay prisas sin avaricias,
hay tanto perfume por hoy.
Aquella vieja sonrisa,
lunática debilidad para un rock.

Conmemorable injusticia,
¡al fin Mumiah brilló!
Como un desquiciado autista,
de este saladero partiremos... ¡ya!

Todo esa mugre que largás
(esa brutal baratería)
es pura sandunga, nada más,
de efímeras alcobas frías.

¡Ay! Cuanta gracia que despreciás,
tanta insolencia de amor.
Si tu caricia es tan especial...
¿dónde ha quedado el talón?

Nuestra exquisita artillería,
tanto rufián sofocó.
Desabrocha la camisa,
y castiga en alta definición.

Todo esa mugre que largás
(esa brutal baratería)
es pura sandunga, nada más,
de efímeras alcobas frías.

viernes, 11 de junio de 2010

La odisea del gran noctámbulo


Sentí como gruñe mi suerte,
y abraza tu lanza fatal.
El jugo te sabe tan bien.

Hociquitos de buena muerte
que esnifan a todo fuel,
carcomiéndose entre el riel.

Si es que Angelito vuelve
(si es que decide volver),
estará al dente de placer.

Miramos más allá:
Un gran noctámbulo dealer
rociado en almíbar.
Culos frenéticos
que van a corromper
a tu alcance canibal.

Su amena risa crujiente,
la naturaleza elocuente
de pequeña lady teatral.

Hoy se muestra apuesta,
otra vez es esta
nuestra discordia mental.

Su boca entreabierta
detesta ese shot de sal,
y se amotina en su miel.

Se nos acaba ya,
y en este ghetto arrabal
las polillas te adoran.
Manjares lunáticos
de dientes sin prisa,
todo un oficio ideal.

Sentí como gruñe mi suerte,
y abraza tu lanza fatal.
El jugo te sabe tan bien.

Miramos más allá:
Un gran noctámbulo dealer
rociado en almíbar.
Culos frenéticos
que van a corromper
a tu alcance canibal.

domingo, 10 de enero de 2010

Momentos


Volviendo a temas viejos... No me gustan, pero por algo los habré escrito; inspirado en el romanticismo de un adolescente difuso.

Hoy perdí todo el afán
de querer cambiar mi historia
y la tuya, veo que son solo ecos
en mi memoria.
Como toda gloria,
dura lo que una ilusión.
La inocencia de pensar que tu luz
era mi noción;
la que también perdí
junto al tiempo que pasó.
Tu orgullo y mi razón, ese intento
fracasó.

Aún así sigo esperando
que algo te arranque de mi.
Que queme vivo el deseo de perdurar,
de desistir.
Y que esa hoguera fulmine
la injusticia y el frenesí.
Tanto humo que cubra las sendas que el olvido
te niega a seguir.
Ver más allá de esta noche
colmada de oscuridad.
Que ni la luz de tus ojos te pueda
iluminar.

Voy a cortar camino, y aunque sea extenso,
será mi elección.
No habrá ninguna otra frase que llene las lineas
de alguna canción.
Pero entre tanto discurso
¿Seremos audaces en esta ocasión?

miércoles, 23 de diciembre de 2009

El Káiser y su enigmático club


Quiero tu murga hoy, deslizada en un hiel coctel,
verla pasar otra vez sobre mi sien.
Muchachita bendita, acaramelado sommier.
Maldito cáliz, que rifa tu rey.

Ganaste ya el jaleo, probate el laurel,
que en esta moneda la mugre se ve.
Volá que tu chance es esta, mujer.
Ignorá la hazaña, que te va a engatusar.

¿Quién es el Káiser ahora,
mi dulce faisán voodoo?

Con tu charanga voy, no me interesa el cuartel.
Tan fino y abrumante andén.
La sádica risa te hará morder
ese anzuelo atragantado hasta ceder.

Si no hay lágrimas hoy, no baja el papel.
Y este elegante andarivel,
ese lunático rock que sentirás caer
en estocadas suaves, viéndolo arder.

¿Cuál de tus heridas baila
en este enigmático club?

¿Y quién es el Káiser ahora,
mi dulce faisán voodoo?

viernes, 30 de octubre de 2009

Dulce franquicia letal.


La vida te quita, te da, y te vuelve a quitar.
El cielo se abre de par en par,
y desgusta tus sentidos, regalándote infinidad.
¿A qué vinimos, y adonde vamos?
Sabés que hay riqueza, sabés que hay sin sabores,
y sin embargo, terminás siendo la carnada del destino
una vez más...

Pero esa cornisa, sumisa, te vuelve a cautivar.
El cielo se tiñe, y es rojo el mar.
Y ahi lo ves, pobre arbolito,
sus hojas ya no están, su corteza quemaron,
¡pero es un árbol igual!
Y acá vamos. Te lo acaban de mostrar
una vez más...

¿Y ahora dónde caerán mis lágrimas?
Si en tu pecho ya no pueden llorar.

sábado, 10 de octubre de 2009

Ella.


Ella brilla, retraida,
indiferente a otras miradas,
y sus piernas solas bailan,
sin cadencia, al desenfreno.
Esos ojos contagian
la apacible sensación
de querer secuestrarle,
aunque sea una vez, su corazón.

Cada cruce te seduce.
Ay nena, ¿a quién buscás?
Dejá a tu cuerpo quedarse.
Ay nena, ¿qué tal si me mirás?

Miro fijo, te sonrío,
ni una puta conmoción.
Ciega y fiel a tus latidos
vulnerás a todo intento.
Intento avecinarme
a tu atenuado andar,
y me ayudás a ahogar
mis ilusiones al río.

Cada cruce te seduce.
Ay nena, ¿a quién buscás?
Dejá a tu cuerpo quedarse.
Ay nena, ¿qué tal si me mirás?

Es todo lo que pido,
un beso y nada más.
Ese que te desenlace
del temor que acariciás.


[Tema que escribí hace bastante. Mucho no me gusta, pero como a otros sí, lo comparto]

martes, 6 de octubre de 2009

Solía serlo.


Veo en tus aguas, mar negro,
olas fugaces a las que no me atrevo.
Lágrimas de sangre y de lamento
llenaron sin vida tu dulce tormento.

Todo bajo un rumbo incierto,
vacío desierto, asalta mi sed.
Siempre insinuando a morder
esa endeble soga, dispuesto a caer.

Solía hacerlo sin miedos,
desterrando infiernos sin paz.
Solía hacerlo de nuevo.
Estrechás tu mano, jamás la darás.

Mis pies la siguen de cerca,
tan insensata e irreal.
Tus manos acarician las penas
de los que pronto se irán.

Cae otra alma del cielo,
se inundan sus sueños, sin más.
Ya no tendrá un paradero
en este destino voraz.

Solía serlo, hoy no puedo,
merezco mi libertad.
Solía serlo, y hoy veo
fracasar a la humanidad.