viernes, 30 de octubre de 2009

Dulce franquicia letal.


La vida te quita, te da, y te vuelve a quitar.
El cielo se abre de par en par,
y desgusta tus sentidos, regalándote infinidad.
¿A qué vinimos, y adonde vamos?
Sabés que hay riqueza, sabés que hay sin sabores,
y sin embargo, terminás siendo la carnada del destino
una vez más...

Pero esa cornisa, sumisa, te vuelve a cautivar.
El cielo se tiñe, y es rojo el mar.
Y ahi lo ves, pobre arbolito,
sus hojas ya no están, su corteza quemaron,
¡pero es un árbol igual!
Y acá vamos. Te lo acaban de mostrar
una vez más...

¿Y ahora dónde caerán mis lágrimas?
Si en tu pecho ya no pueden llorar.

4 comentarios:

  1. La vida es así.
    Una inmesa rueda, giros.

    Un beso Pablo!
    qué andes muy muy bien!

    Nos leemos!
    Mai

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  2. Dulce fragancia poética.

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  3. Yo tambien te extraño, estaria bueno que aparezcas de nuevo por la ciudad, o mejor aun!! que yo me levante un dia y aparezca en medio del campo, con la brisa en la cara, y los bichos en los brazos. Y asi, PUM! nos encontramos nuevamente.


    Te quise, te quiero y te querré MUCHO!!

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  4. mira quien habla de ponerle onda a la vida, yo digo que soñar es lo mejor que hay, pero vos vivis hundido en una depresion constante
    jajaja
    besito pabliiito

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