sábado, 10 de octubre de 2009

Ella.


Ella brilla, retraida,
indiferente a otras miradas,
y sus piernas solas bailan,
sin cadencia, al desenfreno.
Esos ojos contagian
la apacible sensación
de querer secuestrarle,
aunque sea una vez, su corazón.

Cada cruce te seduce.
Ay nena, ¿a quién buscás?
Dejá a tu cuerpo quedarse.
Ay nena, ¿qué tal si me mirás?

Miro fijo, te sonrío,
ni una puta conmoción.
Ciega y fiel a tus latidos
vulnerás a todo intento.
Intento avecinarme
a tu atenuado andar,
y me ayudás a ahogar
mis ilusiones al río.

Cada cruce te seduce.
Ay nena, ¿a quién buscás?
Dejá a tu cuerpo quedarse.
Ay nena, ¿qué tal si me mirás?

Es todo lo que pido,
un beso y nada más.
Ese que te desenlace
del temor que acariciás.


[Tema que escribí hace bastante. Mucho no me gusta, pero como a otros sí, lo comparto]

1 comentario: