
Tu boca, el deseo,
se apaga entre el viento
de mi suerte, de tus breves
dolencias de subconsciencia.
Tras tus manos, fiel desvelo,
nace el llanto, muere un lamento.
De mi mente seré inerte.
Mi sincera falta de paciencia.
Un susurro en tus dedos, que se escurren en dolor.
Presagios que se esconden para verte sonreir.
Volver, volver atrás,
amarrar esa firme oleada.
Barrer tu mirada, cansada
de ver como te apenás.
Ausentes, tus dedos
apagan mis tiempos.
Mi mente, tu frente
altiva, tan destructiva.
A tus pies aquel consuelo,
marchita bajo y lento.
Caen refugios ardientes,
disfrazando esta ausencia.
Se te escaparon las maneras, el error,
las mil figuras que se abrazan al partir.
Volver,
amarrar esa firme oleada.
Barrer tu mirada, cansada
de ver como te apenás.
Cansada de ver...
buen blogg ;)
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